Comentario diario

Dios de vivos

Dios es un Dios de vivos y nosotros ¿somos vivos de Dios?

A veces queremos un Dios que nos ayude a vivir bien, esta vida; a tener éxito, en esta vida; que  preserve nuestros bienes, mientras dure esta vida; que nos libre de los males, que amenazan esta vida. Abraham, Isaac, Jacob… aprendieron que Dios no es un Dios de tejas para abajo. Encontrarse con Dios, ser llamados, responder a la llamada y fiarse de Dios, les dio una perspectiva nueva, inédita en la historia de la humanidad: la esperanza no tiene fecha de caducidad.

La depresión de Antíoco (ver primera lectura) es la depresión del hombre que se muere antes de morir, del que lo pierde todo y ya no le queda nada más.

Abraham, Isaac, Jacob… también podemos decir que fueron grandes fracasados, … pero ellos miraban a lo lejos: «Gozaré con tu salvación, Señor.» (Antífona del salmo responsorial)